El mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, ha sido motivo de polémica tras sugerir la opción de buscar un tercer período en las elecciones presidenciales de 2028, aunque la Constitución del país restringe a dos la cantidad de mandatos consecutivos que una persona puede desempeñar en la Presidencia.
En una entrevista reciente, Trump comentó que «muchas personas desean que lo haga» y añadió que «existen maneras» de conseguirlo, aunque admitió que es «demasiado temprano» para discutir el asunto. Una de sus propuestas incluyó la posibilidad de que el vicepresidente, JD Vance, se presente como candidato en 2028 y, una vez en el cargo, le ceda la presidencia. No obstante, Trump no proporcionó detalles sobre otras opciones posibles.
Cambiar la Constitución para quitar el límite de dos períodos presidenciales sería un proceso complejo. Necesitaría el apoyo de dos tercios del Congreso o de dos tercios de los estados para iniciar una convención constitucional. Luego, cualquier enmienda propuesta tendría que ser aprobada por tres cuartas partes de los estados para ser adoptada.
La Vigesimosegunda Enmienda de la Constitución determina que ninguna persona puede ocupar la presidencia más de dos veces. Esta enmienda fue ratificada en 1951 después de que Franklin D. Roosevelt dirigiera el país durante cuatro períodos consecutivos.
La Vigesimosegunda Enmienda de la Constitución establece que ninguna persona puede ser elegida presidente más de dos veces. Esta disposición fue ratificada en 1951 tras las presidencias de Franklin D. Roosevelt, quien lideró el país durante cuatro mandatos consecutivos
No obstante, especialistas en derecho han descartado estas sugerencias por considerarlas irrealizables. Michael Waldman, presidente del Brennan Center for Justice, declaró que estas nociones no tienen base legal y carecen de posibilidades reales de concretarse. La idea de que un presidente en funciones delegue el cargo y posteriormente retome el poder es, según Waldman, más una especulación que una táctica factible.
Sin embargo, expertos legales han calificado estas propuestas como inviables. Michael Waldman, presidente de la Brennan Center for Justice, afirmó que tales ideas carecen de fundamento legal y no tienen posibilidades reales de materializarse. La posibilidad de que un presidente en funciones transfiera el cargo a otro individuo y luego retorne al poder es, según Waldman, más una especulación que una estrategia viable.
Además, la comunidad internacional observa con atención estas declaraciones, ya que podrían afectar las relaciones exteriores y la percepción global de la estabilidad política de Estados Unidos. La idea de un presidente que busca extender su mandato más allá de los límites establecidos podría ser vista como un retroceso en los principios democráticos que han caracterizado al país durante más de dos siglos.
Mientras tanto, la oposición política ha criticado abiertamente las insinuaciones de Trump. Líderes demócratas han acusado al presidente de intentar socavar las normas democráticas y han advertido sobre los peligros de seguir propuestas que podrían debilitar las instituciones del país. Han enfatizado la importancia de respetar la Constitución y los procesos electorales establecidos para garantizar la continuidad y estabilidad del sistema democrático.