El principal mecanismo que permite a los Estados miembros de la Unión Europea reforzar la venta de vehículos eléctricos es el de incentivos a la demanda destinados a competir con sus precios ante los motores térmicos.
En el caso español se trata de los Moves, que pueden suponer una ganancia de unos 7.000 euros, como máximo. Este sistema, que para las importaciones está en lo más alto de la horquilla europea, sin embargo, no es el más eficaz. Su gestión presupuesta afecta a comunidades autónomas y comerciantes que tienen motivos para quejarse de su compromiso y complicidad en el momento de la licitación.
Por eso se trata de una cantidad de 344,59 millones de euros de 1.200 a la que se contactó inicialmente. La tercera edición tendrá lugar el 31 de diciembre, pero el pasado 14 de noviembre se ampliará en escena hasta el 31 de julio de 2024.
Por tanto, lo que representa el 28,7% del total, 265,58 millones están a repartir entre las comunidades autónomas y 79 millones están disponibles en las comunidades autónomas pero no han sido solicitados.
Estos datos, que corresponden a un estudio realizado por “La Tribuna de Automoción”, arrojan que, desde el lanzamiento del Plan Moves, se han destinado 855,4 millones de dólares para fomentar la movilidad eléctrica (híbridos eléctricos e híbridos enchufables), que Cuenta con un importe sobre el acumulado de 2023 del 10,8% según la asociación nacional de fabricantes, Anfac.
Estos $855,4 millones se dividieron en subvenciones para la compra de un vehículo eléctrico (395,8 millones de dólares) y la instalación de cargadores eléctricos (386,4 millones de dólares).
Tanto Madrid como la Comunidad Valenciana compraron sus presuntas y solicitaron 23,5 y 8 millones adicionales, respectivamente. Baleares ha manifestado su intención de pedir 10 millones más y Castilla y León ha recibido otros 15 millones.
Ayer, el presidente de Anfac, Wayne Griffiths, solicitó “sustituir Moves III por un nuevo sistema de ayudas a la demanda basado en la fiscalidad y que permita co-apuntalar las ayudas en el momento de la compra, que sea ágil y eficiente. El asimilismo es ineludible para mejorar las ayudas fiscales a las empresas, que son las más útiles para la electrificación.