La previa del clásico de barrio más importante de la Argentina no estuvo exenta de polémica. Es que la llegada de la delegación de Huracán a la cancha de San Lorenzo provocó el enojo de los anfitriones del partido válido por la séptima fecha de la Copa de la Liga Profesional: el micro que trasladó al plantel, cuerpo técnico y dirigentes arribó con papeles pegados con ‘cargadas’ para el Ciclón.
Antes, los hinchas de Huracán habían organizado una despedida multitudinaria para su equipo, que desde la llegada de Diego Martínez levantó el nivel y resultados para alejarse un poco de la zona de descenso a la Primera Nacional, que hace algunas semanas agobiaba.
El banderazo, que incluyó muestras de cariño y mensajes positivos para jugadores y cuerpo técnico, le dio un lindo marco a la salida desde el hotel del centro porteño en el que concentró el equipo que viene de vencer a Vélez en Parque de los Patricios.
Pero al llegar al estadio Nuevo Gasómetro, sin ningún problema violento, los hinchas, dirigentes e integrantes de la seguridad del club se sorprendieron por los ‘stickers’ que estaban pegados en diferentes lugares del ómnibus. Probablemente éstos fueron colocados por los fanáticos del Globo que despidieron al equipo del hotel en el banderazo.
Referencias para el supermercado francés que ocupó durante muchos años la denominada «Tierra Santa» para los hinchas de San Lorenzo, para su presencia en Boedo con el microestadio Roberto Pando pero no con el fútbol y la comparativa a los más de «100 años» que el Globo está afincado en Parque de los Patricios. Todo esto, no cayó bien en la gente del Ciclón.
