Dice en Casa Rosada que Javier Milei pasó el día del paro de la CGT «con mucha tranquilidad». El Presidente decidió seguir su agenda desde la Quinta de Olivos, ya que no deberá reunirse con su Gabinete, pero resolvió La estrategia que siguió el Gobierno para enfrentar a los grémios: La idea era distinta a las tazas únicas de «la mayoría de los argentinos» que, según el ejecutivo, «quieren trabajar y tener un día normal y en paz».
Tanto es así que el gobierno deplora las pérdidas económicas que implica el paro (extraoficialmente recibió un monto de 1.500 millones de dólares), se anunció que serviría para mantenerse a salvo. “Quien opte por no perder privilegios ante el elenco” ya “mantener esta Argentina de la decadencia”.
Según algunos funcionarios, el presidente considera que la medida de fuerza acentuará la mala imagen que tienen los miembros de la sociedad. «El parque Será de utilidad para los ciudadanos que puedan identificarse con claridad y que es un favor a la Argentina moderna y poderosa. y los que quieren mantener el status quo», le dijo a un colaborador, pudo saber Clarín.
Activo en las redes sociales, el jefe de Estado se encarga de responder a determinadas preguntas contra los sindicalistas en Twitter. Y en Instagram, una imagen publicada por el historiador Nik, que incluía un dibujo de trabajadores argentinos, en particular la bandera argentina, representando «la nueva Argentina del trabajo y del espacio» y con un título en clave para los sectores opuestos: “Hay una cambio de paradigma que no se puede evitar”.
Desde Olivos, donde se apostó a monitorear la reacción del Gobierno al paro, Milei describió el viaje del día con su elegante mesa: Durante la mañana se reunieron con su esposa Karina, secretaria general de la Presidencia, y contactaron al titular de Gabinete, Nicolás Posse, su asesor estrella Santiago Caputo y la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, quienes bajo su órbita tienen la región de Trabajo.
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Pasado el mediodía, el buen gobernador se encontró con la concentración acompañado por el periodista Roberto Navarro.
También con la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, a quien, según fuentes del Ejecutivo, tendrá previsto recibirla tarde en la residencia presidencial. El líder del PRO tuvo una de las voces autorizadas para encabezar la batalla mediática con los gremios y los tempranos quienes respondieron preguntas: “A nosotros no nos acorrala nadie, menos una marcha de 40 millones de personas, cuando hay 8 millones de personas que quieren trabajar. . Cuando sale el aire, cuesta el 0,5 por ciento. No existe…»
Entre “los que resisten el cambio que ha decidido democráticamente la sociedad”, agregó Bullrich “Sindicalistas mafiosos, líderes mafiosos, sus cómplices y políticos corruptos”. Y respondió a la inacción que mostró la CGT durante el gobierno de Alberto Fernández, cuando no luchó con medidas contundentes contra la alta inflación: “Repetir la historia constantemente para intentar que los gobiernos se estén debilitando. Pero con nosotros no lo tenemos. ahorrar».
La cruz siguió a la anulación de Diana Mondino, con términos similares: «No hay justificación para esto. Convocados por la oligarquía de millonarios con carros blindados y chofer, los falsos representantes de los trabajadores confirman que vamos por el camino correcto. Las cosas se consiguen con esfuerzo, no llorando y pataleando. No los mantenemos en el medio”.
y hasta el Ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, Quien quiera mantener los márgenes de las disputas, se apresura a escuchar la presencia del gobernador bonaerense, Axel Kicillof. «Porque si tengo alguien duda, también es suma @Kicillofok. Está claro para la sociedad que estamos frente a un paro político para tocarles privilegios».
El anuncio del parlamento de la CGT, hace sólo 18 días, generó un giro en la red que atacaba al gobierno con los gremiales. Dijo a este diario durante las primeras semanas de Balcarce 50 contrastando la actividad “constructiva” de los sindicalistas con la de los piqueteros. E incluso al propio Milei se le atribuye una frase conciliadora con la copa de la obrera central, de quien considera que «no» era «parte de los problemas de la Argentina»: «Ellos sí la ven», repetición, distinguida entre referencias a movimientos sociales y dirigentes kirchneristas.
Por eso, el ministro del Interior, Guillermo Francos, y el secretario del Trabajo, Omar Yasín, organizan el diálogo con la copa del teólogo que puede llegar al lugar indicado: Tenía un compromiso con el camión de Hugo Moyano. Pero entre la reforma laboral impulsada por el mega DNU y la ley ómnibus, la CGT decidió abrir la convocatoria a un paro que el gobierno había prometido no hacer «hasta el mes de agosto» y poner fin a las relaciones.
El presidente Manuel Adorni es que estos miércoles se enfrentaban a la hora de los pronósticos si había margen para que esta situación se viera encauzar: «Encontrar hoy una vía de diálogo con la gente, que ya no debe ser un sector minoritario y que pretende complicarse la vida «El resto de los argentinos estamos difíciles. No podemos dialogar con nadie que no quiera que el país se una”.